El Gran Atraco: Cómo el capitalismo nos roba hasta el techo
En pleno 2024, el sueño de tener un hogar se ha convertido en una pesadilla. Ya no basta con renunciar a comprar una vivienda; ahora, incluso alquilar una simple habitación se ha vuelto un lujo inalcanzable para la clase obrera. La realidad es clara: estamos ante un atraco a mano armada, perpetrado por los señores feudales del siglo XXI: bancos y fondos buitre.
La habitación como nuevo campo de batalla.
Imagina esto: pagas 488 euros al mes por el privilegio de dormir en una habitación. Sí, ha leído bien. Una habitación . No un piso, no un estudio, sino un espacio que probablemente sea más pequeño que el despacho de cualquier ejecutivo de fondos buitre. Y si crees que esto es malo, agárrate: este precio es un 90% más alto que en 2015.
¿La excusa? Las sagradas «leyes del mercado». Pero sabemos que esto es tan falso como las promesas de los políticos burgueses. La verdad es que estamos ante el dominio tiránico de los grandes capitales sobre nuestras vidas.
El ‘coliving’: precariedad disfrazada de modernidad
El sistema ha encontrado una nueva forma de explotarnos: el llamado ‘coliving’. Un término chic para describir lo que no es más que hacinamiento moderno. Empresas como SmartLiving, parte del imperio Acciona (controlada por la familia oligárquica Entrecanales y el fondo estadounidense BlackRock), se frotan las manos con este negocio redondo.
Los verdaderos dueños de nuestros techos.
¿Quiénes son los caseros del siglo XXI? No son tus vecinos ni pequeños propietarios. Son gigantes como CaixaBank y Blackstone, que juntos controlan más de 41.400 viviendas en alquiler. La mitad de las 185.000 viviendas alquiladas por grandes empresas en España pertenecen a bancos y fondos de inversión estadounidenses. El capitalismo en su máxima expresión: acumulación de riqueza a costa del sufrimiento de la mayoría.
La resistencia se organiza: la huelga de inquilinos
Pero el proletariado no se rinde. En Vallecas, Madrid, 900 valientes inquilinos han iniciado una «huelga de alquileres» contra el fondo buitre Nestar-Azora. Apoyados por el Sindicato de Inquilinos, estas camaradas se niegan a pagar las subidas abusivas impuestas por estos parásitos extranjeros. Esta nueva forma de lucha se extiende como la pólvora por otras localidades madrileñas.
La solución: redistribución y control popular
La alternativa es clara: necesitamos una redistribución radical de la riqueza y el control popular de la vivienda. Recortes Cero propone:
- Crear una empresa pública que construya y compre viviendas para ofertarlas en alquiler a precios justos.
- Limitar el alquiler a un máximo de un tercio del salario mínimo.
- Recuperar las VPO entregadas a los fondos buitre y prohibir su privatización.
- Paralizar los desahucios e imponer moratorias en el pago de hipotecas.