Por una universidad 100% Pública

Los días 26 y 27 hemos sido testigos de una jornada de lucha por la educación en Madrid completamente histórica. Con una participación casi absoluta del conjunto de estudiantes, docentes y PAS, y una manifestación de 80.000 personas deja claro que la educación está en pie de guerra tras años de degradación e infrafinanciación. Hablamos con Gabriel Moya, portavoz del Sindicato de Estudiantes, uno de los colectivos impulsores de esta jornada.

Campus vacíos y seguimiento masivo. Y unidad de estudiantes, docentes y PAS ¿Cómo valoras la huelga de las seis universidades públicas madrileñas?
Pues la verdad es que ha sido un éxito rotundo. La huelga universitaria, sin lugar a dudas, más importante de los últimos años. Lo pudimos comprobar perfectamente en los piquetes, que vimos cómo todos los campus de las universidades madrileñas amanecían completamente vacíos, sin trabajadores, sin profesores y sin estudiantes. De hecho, calculamos que el seguimiento así de estudiantes ha sido entre el 95% y el 100%, y entre PDI y PTGAS, o sea, seguramente haya sido igualmente masivo. La mejor prueba de ello, pues es la tremenda manifestación que tuvimos el jueves por la tarde con más de 80.000 personas.
Muchos estudiantes denuncian que la nueva normativa abre la puerta a un modelo universitario cada vez más orientado al mercado. ¿Cómo definirías el núcleo del problema que ustedes consideran una privatización encubierta de la universidad madrileña?
Ya sabéis que la nueva ley de universidades que Ayuso quiere colarnos, en la Comunidad de Madrid, lo que probablemente se supone es el recorte más grande que ha habido en el presupuesto de las universidades. Porque lo que incluye es que el 30% de los recursos de las universidades, en vez de depender de financiación que vendría de la Comunidad de Madrid, tendrían que obtenerla las propias universidades a base de financiación de empresas privadas. O sea, que sería aumentar la presencia de las empresas en la universidad y también, ¿cómo te van a dar dinero? Pues a costa de aplicar una serie de pasos que sería básicamente: adaptar la oferta educativa, las condiciones laborales y la calidad de enseñanza y todo lo que quieran los empresarios para su propia rentabilidad. O sea, sería poner a la universidad más de rodillas de lo que ya está frente a las empresas privadas.
Pero también es muy importante señalar que realmente esto tampoco es algo que salga nuevo de Ayuso. Porque realmente, vale, esto es un salto en calidad muy grande en cuanto a privatización, porque es recortar el 30% y darle un peso a las empresas privadas en la universidad que no han tenido hasta ahora, Pero realmente no es nada nuevo. Es la continuación de la política de recortes y privatizaciones que el Partido Popular lleva aplicando en la Comunidad de Madrid todos los años que lleva gobernando, que por desgracia son muchos. Y de hecho ya hay muchos servicios que ofrecen las universidades, como el de limpieza o el de cafeterías, que ya están privatizados. Y que eso, lo que implica, además de que nos sale más caro a todos los estudiantes en cuanto a presupuesto público, es que también es un deterioro salvaje de lo que son las condiciones laborales de las personas que trabajan tanto en cafeterías como en limpieza. Por supuesto, es un deterioro en el servicio que se ofrece. Y si efectivamente se llega a aplicar la ley de universidades de Ayuso que quieren aprobar vamos a tener un problema muy serio y se va a vender completamente la universidad a los intereses de las empresas privadas.

En un contexto en el que las familias trabajadoras ya soportan un coste creciente para acceder a la educación superior, la preocupación es evidente. ¿Qué impacto concreto prevés en tasas, becas y acceso social si la financiación pública sigue retrocediendo?
Yo creo que cada vez es más complicado para muchas familias poder acceder a la universidad. Y según vaya retrocediendo la financiación pública y vaya aumentando también la presencia de las empresas en los órganos de la universidad, va a suponer que cada vez va a haber más recortes, más recortes y más recortes. Las universidades públicas tendrán cada vez menos medios, menos recursos y su actividad docente e investigadora básica cada vez se va a ver más mermada y más difícil de llevar a cabo y las empresas van a presionar cada vez más para que aumente las tasas para dematriculación. Para que se reduzca la oferta de las propias plazas y se reduzca también la oferta de las distintas titulaciones, como, por ejemplo, en la Universidad Rey Juan Carlos, que ya se ha eliminado el grado de lengua de signos. Aquí lo que vemos es que nos están arrastrando a esta situación de que realmente haya menos plazas en las universidades públicas y que sea más difícil acceder a ellas, es algo que beneficia claramente a las empresas privadas que se están haciendo de oro. Haciendo negocio con nuestra educación y que están invirtiendo en todo lo que es las universidades privadas para las que el gobierno del PP de Ayuso cada vez pone más facilidades. Está claro, que aquí lo que quieren es facilitarles que hagan negocio, que saquen el mayor renta posible a costa de nosotros y que es que ya hay miles y miles de familias trabajadoras que no se pueden permitir acceder a la universidad y todos estos ataques a lo público que vienen de la mano del deterioro constante, de las condiciones de vida. Como vemos cada vez que vamos a hacer la compra, pues lo que hacen es que cada vez seamos más los que no podamos acceder a estos estudios superiores y que estos fascistas como Ayuso, lo que quieren es destruir todo lo público para que sus amiguitos de la privada cada vez se hagan más ricos a costa de nuestros derechos básicos como la educación y la sanidad. Y que solo estudiemos los que se puedan permitir pagar una universidad privada y los que no podamos hacerlo, que somos los hijos de la clase trabajadora, pues estudiemos lo justo y necesario para que el día de mañana nos puedan explotar y ya está.
Las movilizaciones han sido amplio, diverso y sostenido a pesar del frío y de la presión. ¿Cómo valoras la participación y el clima de estas jornadas de protesta? ¿Han cumplido las expectativas del movimiento?
Las expectativas que teníamos han sido más que de sobra cumplidas. Es cierto que ya veníamos previendo que iba a ser efectivamente una huelga muy exitosa y lo ha sido. Y en lo numérico, que puede parecer lo más importante, evidentemente ha sido un éxito, porque si es que las imágenes lo dicen todos. Ver ahí las calles de Madrid llenas de decenas y decenas de miles de trabajadores de las universidades y de estudiantes luchando por una universidad pública y de calidad.
También está el factor político. Y que demuestra realmente lo importantes que han sido estas movilizaciones. Sobre todo ahora, en un momento en el que hay una campaña vomitiva de todos los grandes medios de comunicación de vendernosque la juventud es de derechas. Que los jóvenes solo pensamos en el móvil y en las redes sociales y ya está. Y hay un bombardeo constante con que la juventud es de derechas, la juventud no se preocupa, pero la realidad es otra, completamente distinta. Y es que los jóvenes venimos demostrando cada día y movilización tras movilización que pese a toda esta campaña vomitiva, la realidad es otra. Y es que somos de izquierdas y es que nos estamos movilizando.
Lo que estamos dejando muy claro es que no vamos a consentir que gente como Ayuso se cargue nuestra universidad pública y que no vamos a quedarnos parados mientras todas nuestras condiciones de vida cada vez retroceden más. Es que venimos de dos huelgas estudiantiles contra el genocidio en Palestina que han vaciado las aulas y han llenado las calles de todo el Estado español. La huelga del pasado 28 de octubre contra el acoso escolar por el suicidio de Sandra Peña que volvió a sacar a cientos de miles de estudiantes a las calles con un claro mensaje antifascista. Luego, esta misma semana, hemos tenido la huelga universitaria en la que otra vez decenas de miles hemos vuelto también a salir a las calles y hemos dejado muy claro. En la manifestación, los cánticos que sonaban eran cánticos contra Ayuso, eran cánticos contra Almeida, eran cánticos contra los sionistas, eran cánticos contra todos estos elementos fascistoides que quieren arrebatarnos todo lo que han sido conquistas del Movimiento Obrero y del Movimiento Estudiantil. Y es que lo estamos dejando muy claro. Y a pesar de todos los artículos que puedan publicar los medios tradicionales como El País o lo que sea intentando vendernos que los jóvenes somos de derechas, la realidad es otra y lo vamos a seguir defendiendo y lo vamos a seguir demostrando. Que es que los jóvenes somos de izquierdas y somos antifascistas y nos estamos movilizando cada vez más.

«Los jóvenes somos de izquierdas y somos antifascistas y nos estamos movilizando cada vez más.»
Ha circulado la denuncia de que la nueva ley podría usarse para limitar o incluso sancionar formas de protesta universitaria. ¿Están preocupados por una posible deriva represiva? ¿Tienes ejemplos recientes que lo evidencien?
Efectivamente uno de los aspectos de la ley de Ayuso es que incluye en varias medidas que lo que van a facilitar es mucho la represión en los campus. Y que realmente la nueva ley de universidades de Ayuso supone un aumento salvaje de la represión en las universidades. Pero además, por señalar uno de los aspectos así más concretos, es que proponen que puedan ponernos multas y sanciones de hasta 15.000 euros por colgar una pancarta. Y si te multan por participar en una manifestación dentro de algún campus universitario, te pueden poner una multa de hasta 100.000 euros. Una auténtica salvajada. Pero la verdad es que somos muy conscientes de la seria amenaza que esto supone. Pero la realidad es que tampoco le tenemos ningún miedo. Y no por nada, sino porque ya se nos está aplicando esta ola represiva cada día.
Tampoco es algo que sea únicamente de la Comunidad de Madrid y que venga simplemente de la mano de Ayuso. La verdad es que el aumento de la represión es algo que estamos viviendo en el conjunto del Estado español y que va más allá y que es una tendencia que va más y no va a esperar a que Ayuso aplique o apruebe su nueva ley de universidades. Y hay muchísimos ejemplos: Tenemos el caso de los 6 de Zaragoza, el caso de las 6 de la Suiza, la brutal represión que ha habido contra los trabajadores del metal en Cádiz tras las huelgas históricas que han tenido. O tenemos a Pablo Hasél en la cárcel, a Valtónic exiliado. La verdad es que los ejemplos son muchos. Y sin irnos más lejos, aquí en Madrid tenemos el ejemplo de los 7 de Somosaguas, que son 6 estudiantes. Algunos de ellos militantes del Sindicato de Estudiantes y un trabajador del campus de Somosaguas, de la Complutense, que está en espera de juicio por haber sido acusados por delito de odio y entre otras cosas. Y todo por haber participado en una concentración pacífica contra el fascista de Espinosa de los Monteros para denunciar el discurso de odio, que quieren inculcarnos en las aulas, que quieren meternos a toda costa.
La verdad es que esta oleada represiva es algo muy preocupante y que efectivamente tenemos que tener muy en cuenta, tenemos que luchar para que la nueva ley de universidades de Ayuso no se llegue a cabo y no haya este aumento de las multas ni de nada. Pero también señalamos que aquí hay otro gran cómplice, que es el gobierno central del gobierno del PSOE y de SUMAR, que se autodenomina el más progresista de la historia, pero si quieren de verdad ser progresistas, que tiren con la ley mordaza y que nos demuestren que aquí no se va a consentir la represión como se está consintiendo una vez detrás de otra.
Entre los colectivos estudiantiles hay un mensaje casi unánime: “la universidad es un derecho, no un negocio”. ¿Qué modelo de financiación consideras viable para garantizar una universidad verdaderamente pública y no dependiente de intereses empresariales?
Pues la verdad es que por el modelo de financiación y de universidad por el que luchamos es algo completamente realista y que no es nada utópico. Tampoco es realmente nada fuera de lo común, por lo que defendemos, sino efectivamente eso, que tengamos una universidad que sea verdaderamente 100% pública. Solo lo vamos a obtener mediante la lucha, porque no nos van a regalar nada. Lo más básico es que la Comunidad de Madrid cubra el 100% de la financiación de la universidad y que también la financiación que recibe la universidad se aumente todo lo necesario para que cubra todas sus necesidades bien. Que se pueda invertir en la universidad, se puedan cubrir todas las prácticas, se puedan cubrir todos los gastos para sanear las infraestructuras, para que no tengamos la situación económica que tenemos actualmente, y también por lo que luchamos es para que se abolan, se cancelen las tasas universitarias, porque realmente es un factor que ya excluye a muchísimas familias trabajadoras de poder acceder a la universidad superior, a los grados universitarios, y que existen medios para que la universidad sea completamente gratuita. La universidad la pagamos todos los años con los impuestos, y además es que sí que hay dinero, la Comunidad de Madrid es la comunidad más rica y la que menos invierte. Si nos podemos gastar todo el dinero que nos estamos gastando en presupuestos militares, que nos estamos gastando en la educación privada con dinero público, vamos, es que hay dinero de sobra para invertir un poquito, aunque sea, en nuestra educación pública y tenerla de verdad de calidad y de verdad gratuita.
La huelga de 26 y 27 de noviembre ha sido uno de los puntos centrales de esta campaña. ¿Qué objetivos concretos esperan lograr tras estas jornadas de paro y protesta, y qué pasos están dispuestos a dar si no hay respuesta institucional?
Yo creo que el mensaje que le hemos dado al Gobierno de Ayuso está muy claro. Y es que no le vamos a permitir que se salga de rositas, que no nos vamos a quedar parados y callados mientras ella destruye todo lo público y que nos vamos a seguir organizando. Y si aquí no hay una respuesta lo que nos vamos a hacer es aumentar la movilización y vamos a aumentar la presión. Ahora mismo a lo que vamos a luchar es a por otra huelga general educativa de 48 horas, en las que además de los estudiantes y trabajadores de la universidad también contemos con el resto de sectores, que contemos con la FP, que contemos con los trabajadores y estudiantes de secundaria y que incluye con los compañeros de infantil, con los compañeros de primaria y con todo el mundo. Porque aquí esto es un problema de todos. Y no nos vamos a quedar parados y esta movilización sólo ha sido el principio, sólo ha sido el principio de reactivar la lucha por la educación pública y de que aquí quede muy claro que no nos vamos a quedar así y que no lo van a tener nada fácil.

Cada vez más movimientos sociales intentan vincular su lucha a otras batallas por los servicios públicos. ¿Conciben esta defensa de la universidad pública como parte de una movilización más amplia por la sanidad, la vivienda o el transporte? ¿Cómo se están coordinando con esos sectores?
Si realmente queremos ganar esta batalla no basta con que sólo nos movilicemos en las universidades o con que exista por un lado aislada la lucha por la educación pública, por otro lado aislada la lucha por la sanidad pública. Por eso nosotros como sindicato de estudiantes siempre participamos en todos estos movimientos dando todo lo que podemos y defendemos que tenemos que luchar por la unidad de todos estos sectores en lucha y que tenemos que luchar por unificar la lucha de todos los sectores públicos en una única lucha que es la misma. Que es la lucha contra los recortes, contra la privatización contra aquellos que quieren hacer de todos nuestros servicios públicos un negocio para que cuatro se hagan ricos y los demás seamos cada vez más pobres y tengamos menos derechos y menos servicios a los que acudir. Si queremos cambiar esto tenemos que efectivamente ir a por una huelga general de todos los sectores públicos de la Comunidad de Madrid y también tenemos que buscar la solidaridad y la unidad con el resto de trabajadores de la Comunidad de Madrid, de todos los sectores trabajadores y estudiantes y que sea capaz de tumbar al gobierno de Ayuso. Porque es que no sólo la universidad, es el resto de la educación pública, es el resto de la sanidad pública, es el resto de la situación del transporte, es la situación de los bomberos forestales, es la situación de todo. Las siete mil y pico personas que Ayuso dejó morir en las residencias y son todas sus políticas fascistas que nos está aplicando cada día y contra las que nos vamos a organizar y contra las que no vamos a parar hasta que no tumbemos el gobierno.
